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MUSICA

7 de marzo de 2019

LEPROUS: desde Notodden a Buenos Aires

De la mano de ICARUS MUSIC se presento LEPROUS en
El Teatrito el viernes 8 de marzo de 2019.

Aguas silenciosas bajan desde Noruega

Leprous es una banda noruega de metal progresivo fundada en 2001 en Notodden. Está formada por Einar Solberg (voz y sintetizador), Tor Oddmund Suhrke (voz y guitarra), Robin Ognedal (guitarra y coros), Simen Borven (bajo) y Baard Kolstad (batería).

Tras publicar dos demos autofinanciados (Silent Waters en 2004 y Aeolia en 2006), Leprous comenzó a grabar su primer disco, Tall Poppy Syndrome, en 2008. Después de firmar un contrato con el sello norteamericano Sensory Records, el disco salió a la venta en mayo de 2009, recibiendo buenas críticas por parte de la prensa especializada. Como promoción, el grupo compartió escenario con Ihsahn, Therion y Loch Vostok, y participó en varios festivales de rock progresivo, como el ProgPower USA2 y el ProgPower Europe. Una vez finalizadas estas giras, la banda anunció la marcha del bajista Halvor Strand para ser reemplazado por Rein Blomquist.
En febrero de 2011, firmar
on un nuevo contrato con el sello InsideOut Music y la distribuidora Century Media, para la publicación de un otro álbum de estudio. Éste salió a la venta en agosto de 2011 con el nombre de Bilateral.
El 20 de mayo de 2013, la banda publicó el álbum Coal. Einar Solberg, cantante, describió a este disco como "más melancólico y oscuro que Bilateral, que resulta en definitiva más alegre. "Con oscuro, no quiero decir más agresivo, sino más serio. Hay todavía un gran rango en las dinámicas, pero sin saltos entre diferentes estados de ánimo en la misma canción".
El 19 de febrero de 2015, Leprous anunció el nombre de su nuevo álbum, titulado "The Congregation" con fecha de salida el 25 de Mayo en Europa y el 2 de Junio en Estados Unidos. Pero hay aun mas para contar de ellos.

MALINA DAYS

Escrito por Pablo Martín.


Cuando saca nuevo disco una banda que parece estar en estado de gracia constante, como Leprous, queda la duda de si seguirán manteniéndolo. El primer single, “From the flame”, prometía una línea continuista de lo ya visto en The Congregation, pero tras recibir la promo, y después de un par de escuchas, el disco entraba de maravilla y dejaba un nuevo y delicioso sabor en la boca. Con discos que entran fácil siempre queda la duda de si perdurarán más allá de esas primeras escuchas. Sin embargo, después de empaparme mas de Malina durante días, puedo decir que esa fabulosa primera impresión se mantuvo; y no sólo eso, el álbum va creciendo y enganchando más y más, como una droga.

Un cambio en el sonido hacia guitarras más limpias y menos afiladas que en trabajos anteriores llama la atención en una primera pasada (pocas veces se les ha oído algo como el puente antes del primer estribillo de Stuck). También la presencia de arreglos de cuerda en muchas partes del disco hacen de él algo que está un paso más allá de sus predecesores. Prácticamente todas las canciones tienen tempos no estándares en todas o alguna de sus partes, cosa que podrá poner nerviosos a los profanos en los sonidos progresivos, pero que hacen que el disco no decaiga. De hecho es sorprendente que esos mismos ritmos contribuyan a que las canciones se metan en tu cabeza y no te las puedas quitar de encima con facilidad.

Sin llegar al nivel de oscuridad de Coal, Leprous siguen siendo un grupo que no destila precisamente felicidad en sus canciones. Aun así, en Malina no predomina solo esa faceta melancólica, sino que también hay mucho frenetismo en temas como Coma (aquí Baard se gana las lentejas), o en partes de otras como los estribillos de Illuminate o Mirage. Para que no todo quede en una continuación de The congregation con un sonido más limpio, y para demostrar que no parecen tener límites, queda destacar la canción que da título al disco. El tema central, Malina, es un titánico mantra desesperado dedicado al final de una vida sin esperanza; igual de sofisticado que el cierre con The Last Milestone, una canción en la que solo los arreglos de cuerda y la maravillosa voz de Einar dan un toque cuasi espectral al final del disco. Como apreciación personal, esta última me parece una mezcla de “The Fall of the House of Usher” de The Alan Parsons Project y “For my Fallen Angel” de My dying bride, salvando las distancias.

Un disco en el que se muestran fieles a ellos mismos, que no creo que les haga ganar nuevos seguidores entre sus detractores (si es que los tienen), pero a la vez con la suficiente novedad para no caer en el estancamiento. Lo más grande es que Leprous dejan claro que el techo les queda lejos aún. Enorme.

UN ENCUENTRO ANHELADO Y DILATADO PERO NO POR ESO, INESPERADO.

Para algunos el desafio  consistía en saber si Leprous resistía a replicar en el escenario el sonido bien logrado  como resultado de su excelente capacidad compositiva, y la verdad que hasta lo llegan a superar en su perfomance en vivo. Si bien nuestro publico es preciado por su entusiasmo, Leprous logro hacerlo explotar desde el primer momento haciéndolo gritar y saltar en cada tema. La calma también tuvo su espacio con Mb Indiferenttia pero no duro mucho, lejos de cansarse los fans argentinos, que afloraron de no se sabe donde, por ser esta la primera vez que visitan nuestro país. Un párrafo destacado para Eimar Solberg por la pasión y el talento puestos en su magnifica voz. No quedan fuera las guitarras cristalinas y un bajista pulsante en continuo. Una fecha memorable de músicos que, si alguien no les tenia en sus papeles, seguramente los habrá de anotar en las primeras líneas. 

Buenos Aires, fue testigo en El Teatrito y ocurrio el viernes 8 de Marzo de 2019. Por lo tanto ha quedado en la Historia de nuestra amada Ciudad.    

  

 

 

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