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ESPECTACULOS
13 de septiembre de 2012
ND Ateneo 11/10/2012 Buenos Aires Argentina
Guy Pratt Tocó el bajo con los más renombrados personajes de la música de los últimos 25 años. Desde Pink Floyd, Madonna y Davie Bowie hasta The Smiths, Jimmy Page y Michael Jackson. El ingenio de Guy es el de una leyenda y ha tenido tantos trabajos como habilidades musicales. Luego de haber coqueteado con Funkapolitan, Pratt repentinamente se vió en el programa “Top Of The Pops” y tocando con la banda australiana Icehouse como soporte de David Bowie. A una edad muy temprana se convirtió en un codiciado bajista por parte de las grandes estrellas de la música, yendo del estudio al bar y del hotel al estadio con artistas de la talla de Robert Palmer, Womack & Womack, Bernard Edwards, Bryan Ferry y David Crosby. A principio de los años ochenta fue invitado a unirse a Pink Floyd para una serie de shows en grandes estadios. Pratt grabó con Madonna, paso tiempo en el estudio de grabación junto a Michael Jackson y fue parte de The Smiths por una semana, también colaboró con Iggy Pop, The Pretenders y Echo and the Bunnymen. Su show en vivo de 2005 en el Festival de Edimburgo fue un éxito, y cuando no está tocando junto a David Gilmour se une a las filas de Bryan Ferry. Jon Carin Comenzó su carrera en su adolescencia como artista sesionista grabando muchos hits en Europa con la banda Industry. Desde allí, Rhett Davies, el productor de Industry, le pregunto si quería trabajar junto a Bryan Ferry para el álbum “Boys and Girls”. De esta manera fue como se unió a Ferry para el Live Aid en Londres, en donde conoció a David Gilmour de Pink Floyd (quien se había unido a Bryan en la guitarra). Este encuentro accidental dio paso a una carrera de 20 años asistiendo a otros artistas de cualquier manera posible. Podía ser produciendo, escribiendo, trabajando en el estudio o tocando en vivo, Jon, es un multi-instrumentista; que puede ser guitarrista, bajista, tecladista, baterista, cantante y programador con la misma facilidad. La lista de artistas con los que colaboró es variada: Pink Floyd (el co-escribió el hit “Learning To Fly”), Roger Waters, The Who, Pete Townshend, Bryan Ferry, Psychedelic Furs, Trashmonk, Richard Butler, Love Spit Love, Dream Academy, Gipsy Kings, Soul Asylum, Kashmir, Live, Eddie Vedder, Roger Daltrey, Fields of the Nephelim, Michael Kamen, Martha Wainwright y Baha Men, como así también en proyectos de películas con David Gilmour y componiendo y produciendo el tema de la comedia "Rat Race" con Rick Chertoff y contribuyendo con la banda de sonido de "The Invisible Circus" con Nick Laird-Clowes. Por otro lado estuvo involucrado con Amnistía Internacional, Greenpeace y Knebworth (Nordoff Robbins) y tocó en eventos para recaudar fondos con Seal, Hugh Cornwall, Elvis Costello, Spinal Tap y Tom Jones entre otros. En 2006 Jon Carin trabajo en la producción del álbum de Richard Butler (Psychedelic Furs). Además de ser el productor e ingeniero, Jon coescribió todo el material y ejecutó todas las partes instrumentales. Aprendiendo a volar Fecha: 15/10/2012 Autor: Fabrizio Pedrotti (@fabriziorock) | Categoría: Shows Pink Floyd & Beyond. Foto: Jorge Tieghi Jon Carin y Guy Pratt, músicos de la etapa final de Pink Floyd, tocaron el jueves en el Teatro ND. El show fue muy bueno, pero se notó la falta de ensayos. El lunático está en el hall… y enciende uno al comienzo de “Breathe”. Mejor momento no podría haber elegido: “The Dark Side of the Moon” es un disco perfecto para volar. Y aunque sobre el escenario no esté ninguno de los músicos que lo grabó, dos de ellos sí participaron de los últimos años de Pink Floyd. Jon Carin y Guy Pratt tocaron en el Teatro ND el jueves 11, a un año de haberse presentado junto a la corista Durga McBroom y el grupo tributo The End. En esta ocasión, el espectáculo se llamó “Pink Floyd and Beyond”, y además interpretaron canciones de The Who y Roxy Music. La segunda guitarra la ocupó Matías Dietrich, miembro de The End. Aunque Pratt tiene unos cuantos pelos menos que en “Pulse”, su bajo transmitió miles de sensaciones. El cincuentón se movió en el escenario como pocos: saltó, corrió de un lado al otro y dejó florecer su capacidad de comediante. Fue quien llevó la batuta: retó al baterista Diego Olivera cuando cometió un error, e intercambió miradas con el resto del grupo para definir en qué momento iba un solo o un fragmento cantado (lo que demostró la necesidad de practicar más). Al margen, la banda estuvo muy bien, aunque el sonidista cometió errores imperdonables: cuando uno de los músicos (Martín López Carmelo) quiso poner su saxo en dos temas de Roxy Music, el instrumento pareció estar en mute. Carin, que en los discos de estudio (“A momentary lapse of reason” y “The division bell”) se encargó de los teclados y de las programaciones, emuló muy bien a Waters con su voz en “Pigs”, y alternó entre una guitarra eléctrica y una acústica. Uno de los puntos altos de la noche fue “Learning to fly”, que Carin co-compuso. Lógicamente, hubo canciones de la última etapa de Floyd, pero también estuvo el espíritu de Syd Barrett en “Lucifer Sam” y “Scarecrow”. Para cerrar llegaron los clásicos “Comfortably Numb”, “I’m an animal” (de Townshend) y “Run like hell”, con todo el teatro parado y emulando los martillos con sus manos. Unas canciones luego de “Breathe”, justo cuando el lunático terminaba de fumar y el show parecía acabarse, nos dimos cuenta de algo: para volar no hacen falta drogas, sólo buena música. Porque, en realidad, el lunático está en nuestras mentes. Buenos Aires, Octubre de 2012
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