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SHOWS Y CONCIERTOS
23 de febrero de 2018
Haciendo periodismo de anticipación EL BONDI ya había publicado lo que luego se tornó una realidad. La cita en nuestro país fue el martes 10 de abril en Groove. Este Tour sin precedentes que prometía ser un hito en la carrera de Sons of Apollo. Además de temas de “Psychotic Symphony”, los fans se encontraron con muchas sorpresas dentro del setlist.
Una nueva escuadra para ejecutar sinfonías psicóticas.
Sons of Apollo se embarcó en una gira sin precedentes durante el mes de abril por América Latina.
Mike Portnoy y Derek Sherinian juntaron fuerzas con el guitarrista Ron “Bumblefoot” Thal (Ex GNR), el bajista Billy Sheehan (The Winery Dogs, Mr. Big, David Lee Roth) y el vocalista Jeff Scott Soto (ex Journey, Ex Rising Force de Yngwie Malmsteen). Su álbum debut fue lanzado en el mes de octubre 2017 y fue producido propiamente por Portnoy y Sherinian.
ENTREVISTA | Mike Portnoy - OCTUBRE 24, 2017
A solo dos semanas de haber llegado a la famosa universidad de Berklee, los jovencitos Portnoy, Petrucci y Myung se cruzaban en los pasillos, sin saber que unidos por los mismos gustos musicales, harían una revolución. Ellos le darían vida a Dream Theater (1985), grupo que con su sonido basado en los fundamentos progresivos aprendidos de Yes y Rush, sumados a la potencia de Metallica y Iron Maiden, los convertiría en los amos del metal progresivo. En ese camino, dejaron gemas como Images and Words (1992) y Metropolis Pt. 2: Scenes From a Memory (1999); y hasta rompieron las leyes radiofónicas, cuando lograron que pasen de manera íntegra su hit “Pull me Under”, de ocho minutos de duración.
Como baterista, cantante, compositor, productor, director, encargado de los bootlegs, de los setlists, y de mandar tapes a todos lados en los primeros años, Mike Portnoy tuvo que lidiar junto a sus compañeros varias batallas para que la banda siga unida: no encontrar cantante, la partida de varios integrantes y la presión de la discográficas para repetir su único hit. Pero nada parecido a los golpes que le dio la vida, los cuales Mike psicoanalizó a través de su música: la pérdida de su madre en “A Change of Seasons”, la de su padre en “The Best of Times” y el odio pasado hacia su padrastro en “Honor Thy Father”.
Sin dudas, su punto más alto en cuanto a la restauración personal se dio al momento de enfrentar su alcoholismo, después de que dos médicos le confirmaran que “por este camino no llegaría a los 40”. Portnoy tomó su última copa el 20 de abril del 2000, justo el día de su cumpleaños número 33. Tratando de evitar una muerte parecida a la de sus dos ídolos (John Bonham y Keith Moon), comenzó a componer lo que se llamaría “The Twelve Step Suite”, basada en los 12 pasos del tratamiento de Alcohólicos Anónimos. La gigantesca creación está conformada por cinco temas, cada uno ubicado en un disco diferente: “The Glass Prison", “This Dying Soul", “The Root of All Evil", “Repentance" y “The Shattered Fortress". Antes de su partida de DT, la obra nunca había podido ser interpretada en su totalidad. Ahora Portnoy viene a la Argentina con una banda conformada por los músicos de Haken y de Neal Morse Band, para cerrar un ciclo con esas canciones y saldar una deuda con sus fans y consigo mismo.
La hiperactividad del baterista es ya archiconocida y también sus múltiples proyectos. Haciendo un breve repaso de la agenda de Mike, se sabe que Richie Kotzen y Billy Sheehan confirmaron en sendas entrevistas con El Bondi que The Winery Dogs se encuentra en un hiato; The Neal Morse Band estuvo este año en el país presentando The Similitude of a Dream (2016), un álbum que Mike ubica en el top 3 de su carrera y lo define así: “Te da la misma sensación de estar escuchando The Wall de Pink Floyd o Tommy de The Who”. Actualmente, conformó otro supergrupo, Sons of Apollo, junto al ex-Dream Theater, el tecladista Derek Sherinian, Billy Sheehan, Jeff Scott Soto y Ron "Bumblefoot" Thal, que acaba de lanzar Psychotic Symphony. Hablando sobre el conjunto que marcó su carrera, Portnoy confiesa que sigue en contacto con John Petrucci y Jordan Rudess, pero que su vuelta a DT sigue en el mismo casillero de siempre: “No quiero hablar de eso”.
-¿Cuán importante fue escribir la “Suite de los 12 pasos” para recuperarte de tu alcoholismo?
-Fue muy importarte, más que nada en términos de creación, que se dio entre 2001 y 2008, en los cuales relacionamos los temas entre los distintos discos. Hacer ese manifiesto fue algo que me marcó, estoy feliz de haberlas incluido en mi vida y de cómo me ayudaron a integrarme. Aún tocándolas ahora, no pienso en las letras, las veo más que nada como un cierre del período con Dream Theater, tanto de forma musical, como emocional.
-¿Sos consciente que con estos temas ayudaste a mucha gente que sufría el mismo problema que vos, inclusive con otras adicciones?
-Sí, y soy muy agradecido cuando alguien me dice que le sirvió para sanarse. “La Suite de los 12 pasos” es acerca de poder ayudar, de poder dar una mano y de pedir apoyo. De hecho el final dice: “I am responsible when anyone, anywhere, Reaches out for help, I want my hand to be there” (“Soy responsable, cuando alguien, en cualquier lugar, busque ayuda, quiero que mi mano esté allí”). Por eso cuando alguien viene a agradecerme, para mí es un sentimiento asombroso.
-La música siempre fue una terapia para vos, por eso tocar estas canciones en vivo debe ser un gran cóctel de emociones. ¿Ese es el motivo por el que no hacés “A Change of Seasons” y “Honor Thy Father” en la gira?
-Hay diferentes razones por las cuales no toco las demás canciones. Yo quería incluir “A Change of Seasons”, pero después me enteré que Dream Theater la estaba haciendo en su gira, así que deseché la idea. “Honor Thy Father” es una canción que amo a nivel instrumental, pero hace poco me reconcilié con esa persona (NdR: se refiere a su padrastro) y la letra traía una gran negatividad, y no me sentía cómodo incluyéndola en el setlist, porque no concuerda con los demás temas que me ayudaron mucho.
-Ahora estás a cargo de Sons of Apollo. ¿Extrañabas ser el líder de un grupo?
-No necesito serlo, me siento cómodo en el resto de los puestos. En Dream Theater disfruté mucho teniendo cierto nivel de control y de liderazgo. Pero también me siento a gusto siendo un jugador de equipo, como lo soy en The Winery Dogs, en Flying Colors, o en Transatlantic, que son bandas donde todos trabajamos juntos y compartimos ideas. Y después hay otras ocasiones en donde sólo soy un baterista (Twisted Sister), y eso también me gusta. El hecho de poder ocupar esos lugares, que requieren distintos niveles de responsabilidad, está bueno.
-Quizás es una pregunta tonta, pero si Geddy Lee y Alex Lifeson te llamaran para reemplazar a Neil Peart, quien ya se retiró de Rush, ¿aceptarías?
-No es una pregunta tonta, porque es una pregunta hipotética, y no creo que pase nunca. Pero si existiese esa chance, claro que sí, sería un honor, un sueño hecho realidad.
-Hablando de posibilidades, ¿cuándo vas a encontrar tiempo para hacer un proyecto con Mikael Åkerfeld de Opeth?
-Lo vengo contactando hace años, hablamos sobre el tema, pero ahora la pelota está en su cancha. Yo estoy listo para cuando él esté disponible.
-Históricamente, los hijos de los grandes músicos no han tenido la misma suerte que sus padres, quizás por el mismo peso de su apellido. ¿Cómo lo está tomando Max? No parece ser una presión para él…
-Él está bien con eso. A veces me pregunto sobre el tema y espero que no se moleste por el hecho de haber tenido que vivir bajo mi sombra. Pero él lo está manejando muy bien, es mi hijo, no le preocupa hablar de mí y se está convirtiendo en su propio baterista, con una identidad propia y logrando su estilo.
-Están trabajando en nuevos temas para Flying Colors, ¿qué podés adelantar?
-Nos juntamos el año pasado, nos pusimos a componer y ya tenemos siete temas, que son muy flying colors, con un poco de todos, de Neal (Morse), de Steve (Morse). Estas canciones no son distintas a lo que venimos haciendo. Pero sólo tenemos siete, así que vamos a esperar a que nuestras agendas se acomoden, para componer algunas más, y así poder terminar el disco.
-Hoy en día hay mucha gente que subestima el trabajo de bateristas, caso Lars Ulrich o Ringo Starr. ¿Qué pensás al respecto?
-Un baterista diverso viene un poco de la creatividad y un poco de la personalidad. Los que nombraste son mis héroes. Ringo era un gran baterista de rock and roll; y Lars es un héroe, porque es un ejemplo de cómo un baterista puede ser más que un simple baterista. Puede ser el líder de un grupo, un visionario, y hasta ser la banda en sí misma. Y eso es lo que siempre quise ser, un compositor, un productor, un director, estar a cargo de todo. Eso es lo que significa para mí ser un baterista, no es una cuestión de habilidad, sino también por lo que le aportás a tu banda.
-Tony Levin le dijo a este medio que las canciones de Liquid Tension, proyecto que compartieron, fueron las más difíciles que tocó en su carrera. ¿Cuál es el tema más complicado que te tocó interpretar?
-Nada me es difícil porque yo compuse esas canciones, estuve ahí escribiendo y uniendo las partes. Al menos para mí, son muy fáciles, porque son como mi segunda naturaleza. Probablemente, la canción más difícil dentro de mi catálogo sea “The Dance of Eternity” -Metropolis Pt. 2: Scenes From a Memory (1999)- pero puedo tocarla hasta dormido, porque yo la compuse. Esos patterns, esos ritmos, son míos. Pero lo más desafiante en mi carrera fue cuando tuve que aprender los temas de Transatlantic, no por lo técnico, pero sí en cuanto a los arreglos y todos los demás aspectos.
-¿Cómo ves la escena progresiva hoy en día, con bandas como Leprous, Bigelf, Haken y el Djent?
-Me encantan todos estos nuevos estilos de música progresiva, es fantástico.
-Volviste a tocar con Derek Sherinian en Sons of Apollo, ¿cómo es su relación hoy en día?
-Con Derek nos amamos desde el día en el que nos conocimos, tenemos química en lo personal y en lo musical. Creo que el disco de Sons of Apollo es realmente genial, estamos en un gran momento y no podemos esperar para salir de gira.
-Estuviste en la Argentina con casi todas tus bandas, menos con Flying Colors, ¿hay alguna chance de que vengan?
-Me encantaría pero con Flying Colors siempre tenemos de agenda complicada. En el pasado sólo hicimos muy pocos y selectos shows. Ir a Sudamérica no es algo tan fácil como subirse a un avión, hay que recibir la propuesta del productor, coordinar la disponibilidad. Pero ojalá se pueda, sería genial.
-Por último, ¿hay posibilidades de recibir a Sons of Apollo?
-Sons of Apollo es diferente, porque es una banda full time, a diferencia de Flying Colors, que es un proyecto part time. Vamos a estar girando por el mundo durante 2018, y te anticipo que iremos a Sudamérica, probablemente, antes de lo que el público espera…
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