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1 de febrero de 2018

Jean Michel Jarre: Segundo Intento

Es la teoría del reloj parado: si eres capaz de estar presente durante el tiempo suficiente, tu momento puede volver a llegar SHOW REPROGRAMADO AL 22/03/2018 Luna Park

El compositor e intérprete francés padrino y pionero de la música electrónica, electro- rock y música ambiental debutó en el país el 22 de marzo en el Luna Park.

 

JEAN MICHAEL JARRE

Es hijo de una leyenda de la música para el cine

Jean Michel es hijo de Maurice Jarre, compositor y director de orquesta, además de uno de los creadores de música para el cine más afamados de la historia. A él le debemos gran parte de la emoción de escenas de Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago o La hija de Ryan. Sin embargo, para los que piensen que Jean Michel aprendió mucho de su padre, hay que explicar que el progenitor se marchó a Estados Unidos cuando su retoño tenía cinco años, dejándolo a cargo de su madre. Hasta los 18, Jean Michel no volvería a ver a su padre. “Nunca pude tener una relación normal con él”, declaró en una entrevista en 2010. En total, estima que pudo verle unas 20 o 25 veces a lo largo de toda su vida.

Estudió con Pierre Schaeffer y Stockhausen

En la década de los 60 Jarre estudió en el conservatorio de París, bajo la tutela de Pierre Schaeffer, padre de la música concreta. “Por primera vez alguien decía que la música no estaba compuesta de notas, sino también de sonidos”, declaró años más tarde. “Todos los tipos de sonidos pueden convertirse en música. Esta sencilla idea cambió la segunda mitad del siglo XX”. También pasó unos meses estudiando junto a otro gran innovador, Karlheinz Stockhausen, pero su relación no fue tan reveladora. “Él decía que todo lo que fuese cercano a la emoción en la música era sospechoso. Es una auténtica locura. Las emociones son básicas en cualquier forma de arte”.

Oxygène es el disco francés más vendido de la historia

Entre finales de los 70 y mediados de los 80 era prácticamente imposible no encontrarse un casete de Oxygène en cualquier sitio. Entre Tubular Bells y el segundo álbum de Jarre, las listas de ventas vivieron una situación inédita: discos electrónicos y en su mayor parte instrumentales que se vendían como palos de selfie a la puerta del Louvre. Con 12 millones de copias, Oxygène es el disco francés más vendido en todo el mundo. Jarre intentó replicar ese éxito en 1997 con la secuela Oxygène 7–13. Las ventas no fueron malas, pero los tiempos ya habían cambiado.

Publicó un disco de una única copia

Jean Michel Jarre quiere volver a molar 

 

Jean Michel Jarre siempre ha sido percibido como un popularizador, el hombre que fue capaz de hacer que la electrónica fuese un espectáculo fácilmente vendible, incluso para la gente que desconfiaba de la música de maquinitas. Sin embargo, también ha tenido sus ataques de autor conceptual. En 1983 le ofrecieron componer para la exposición Orrimbe show, que tomaba su inspiración en el ambiente hiperconsumista de los supermercados. Jarre no solo aceptó la propuesta, sino que decidió que crearía una obra de arte: un disco de una única copia. De Music for Supermarkets solo se prensó una unidad, y los masters fueron destruidos, proceso que fue documentado a través de uns polaroids que se incluyeron junto al álbum. El resultado fue uno de los discos de coleccionista más caros de la historia, vendido por primera vez por más de 10.000 Euros.

Fue el primer occidental en actuar en la República Popular China

La primera imagen que les vendrá a muchos a la mente al escuchar el nombre de Jarre es la de conciertos multitudinarios, faraónicos montajes repletos de efectos visuales y albergados en lugares públicos, de manera que se puedan establecer nuevos records de asistencia. Efectivamente, ha aparecido en el libro Guinness varias veces, y todavía conserva el título del concierto más multitudinario de la historia: tres millones y medio de personas congregadas en Moscú en 1997. Sin embargo, las actuaciones que se convirtieron en una cruzada personal fueron las que ofreció en China en 1981. Tras meses de negociaciones y la ayuda de François Miterrand, Jarre se convirtió en el primer músico occidental en actuar en la República Popular.

Le dedicó un disco a Jacques Cousteau

El mensaje ecologista siempre ha estado presente en el discurso de Jarre. En el concepto de Oxygène, con esa portada reveladora de una calavera oculta bajo la corteza terrestre, ese mensaje ya estaba implícito, pero con los años ha participado en actos de la UNESCO, organización de la que es embajador. En 1990 publicó Waiting for Cousteau, coincidiendo con el 80 cumpleaños del biólogo marino y lo más cercano al ambient que haya firmado nunca.

Ha sido sampleado por Röyksopp, El-P o Coldcut

Hasta ahora, Jarre nunca ha sido abiertamente reivindicado, más allá de casos aislados como el de Anthony González, músicos que descubrieron la electrónica gracias a su gran popularidad en los 80. Sin embargo, alguien que ha dedicado buena parte de su carrera a dar forma al sonido es una buena mina para los sampleadores. Los noruegos Röyksopp lo hicieron en A Higher Place, de su disco de 2001 Melody A.M. Un año más tarde, el productor de rap y ahora miembro de Run The Jewels El-P añadió partes de Equinoxe part 3 a su asfixiante Fantastic Damage. Y unos precursores de la sampledelia como Coldcut no podían dejar de reutilizar a Jarre: en su Timber alteran los coros infantiles de September. Ahora solo queda ver si Jarre es capaz de recuperar la vigencia perdida.

Jean Michel Jarre dio un show impactante en el Luna Park

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