MARILLION: tan brillante como siempre.

La banda británica volvió al país para dar un show impecable mediante el cual deslumbraron al público local por más de dos horas.

Se anunciaba puntualidad, y así fue. El show estaba previsto para las 21.00 hs., horario en el cual la mayor parte del público ya se encontraba en los adentros del teatro ubicado sobre la calle Corrientes. La gran mayoría rondaba los cuarenta años, pero no eran pocos los que habían ido a disfrutar de la velada en familia, así es como se podía ver también una gran cantidad de jóvenes acompañados por sus padres.

Cerca de las 21:15 hs., comenzó a proyectarse un video sobre la pantalla que hasta hacía unos instantes mostraba el logo de la banda. Así, finalizado el mismo, fueron ingresando al escenario los integrantes de esta, acomodándose uno a uno en sus respectivos lugares, faltando sólo el cantante, Steve Hogarth.

Una vez que esuvieron todos en sus posiciones, en la pantalla se podía ver al frontman del grupo en un video que lo mostraba en su mayor faceta histriónica. Casi terminado este video, aparece él. Ahora sí sobre el escenario y junto con la formación completa dieron inicio a la noche con una doble elección de su álbum “Marbles” de 2004, interpretando ‘The Invisible Man’ y ‘You’re Gone’.

“Is good to be back here”, decía Steve, mientras que el público deliraba y él anunciaba que ahora harían ‘Power’. Fue así como el poder y la potencia de la banda sobre el escenario se sintieron más que nunca.

Con ‘Three Minute Boy’, ‘Cover my Eyes’ ,’Sugar Mice’ y ‘Afraid of Sunrise’, el cuarteto de canciones que sonaron una atrás de otra, viajamos a los álbumes más viejos del grupo, transportándonos hasta el siglo pasado, pero con el afiance sonoro que tienen hoy en día.

Previo a sonar ‘Easter’, Hogarth contó la historia que lo inspiró a escribir esta canción, y luego de recibir la ovación de los presentes, durante esta sentida interpretación, comenzó a pasear por el costado izquierdo del escenario, quedando cerca del público y hasta se tomó un momento para llevarse un disco que le obsequió uno de sus seguidores.

El momento más esperado por parte de muchos se dio cuando por fin comenzó a Sonar ‘Kayleigh’, una de las canciones más conocidas del quinteto y la más cantada por parte de quienes allí estaban en la noche del martes.

En ‘Afraid of Sunlight’, el cantante quiso sumar a su interpretación una guitarra, que por problemas técnicos no llegó a oírse, por lo que, finalizado este tema, se retiraron algunos minutos para solucionarlo.

Al volver, Steve bromeó y amagó a darle la guitarra a una fan, a quien se la dejó unos segundos, para luego tomarla y ahora sí hacerla sonar al ritmo de ‘King’.

‘Hooks in You’ fue la elegida para despedirse de quienes habían venido a acompañarlos luego de dos años de espera. Así fue como después del clásico saludo, se retiraron del escenario.

El telón no se cerraba, la gente no se movía de sus butacas y todos esperaban porque sabían que todavía faltaba algo más.

Con un cambio de vestuario rápido y bajo la mirada atenta de los fans y el aplauso siempre presente, volvieron con ‘Beautiful’.

Durante este tema, Steve bajó al escenario e invitó a todos a acercarse, para hacer de este un momento más ameno. Lo más destacable fue el gesto que tuvo cuando vio que más a lo lejos se encontraba una chica en silla de ruedas, a quien hizo venir hasta adelante, para darle un beso y cantarle cerca.

Con ‘No One Can’, el cantante mantuvo la cercanía con los presentes, estando la mayor parte de la misma entre el público, sacándose fotos con quienes se lo pedían y desplazándose por la sala como uno más.

‘Garden Party’ fue el elegido para finalizar una noche que duró más de dos horas, pero que para la gran mayoría quedará guardada en sus mentes por un tiempo largo.

Crónica por: Laila Mason

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