El regreso de Cosmos, el viaje espacial que inició Carl Sagan
Vuelve Cosmos, vuelve Carl Sagan
Cosmos , la serie más vista en la historia de la televisión, seguida por más de 750 millones de personas alrededor del mundo desde que fue emitida por primera vez en 1980, vuelve a la TV para emprender un viaje asombroso y épico hacia una nueva era de la exploración del universo.
En la Nave Espacial Imaginación, Tyson nos invita a explorar las maravillas del universo, con los mejores efectos visuales en HD. Foto: Nat Geo
La popular serie creada por el astrónomo Carl Sagan , que nos dejó físicamente en 1996, regresa a la pantalla chica en 13 nuevos capítulos con Cosmos: la odisea del tiempo y el espacio, presentados por National Geographic, con la conducción del astrofísico más popular de la Tierra: Neil deGrasse Tyson.
Este norteamericano apasionado por el espacio y las estrellas desde que su padre le compró un telescopio a los seis años, hoy tiene más de 1,7 millones de seguidores en la red social Twitter y es famoso por sacarse fotos ´selfie´ con el presidente estadounidense Barack Obama y difundir la ciencia de todos los modos posibles.
El amor que sentía Neil por los astros lo llevó a escribirle una carta en 1975 a su ídolo Carl Sagan para que le recomendara dónde estudiar aquello que tanto lo apasionaba. La respuesta no tardó en llegar. La carta de Sagan, además de alentarlo a introducirse en el mundo científico, lo invitaba a pasar todo un día en la Universidad de Cornell, en Nueva York, donde era profesor y director del Laboratorio de Estudios Planetarios. Allí lo convenció de unirse al club de las estrellas. Y no se equivocó.
Hoy el doctor Tyson, además de ser un astrofísico y excelente divulgador científico, es el director del Planetario Hayden en el Museo Nacional de Historia Natural en Nueva York y sera quien volverá a conducir el programa que mejor explica los misterios del universo.
“Con la aparición de la serie original en 1980 cambió la conciencia de muchos y hasta su cultura. Traspasó el campo científico. Hoy creo que el mundo necesita de un nuevo Cosmos , es decir, una nueva forma de narración científica que permita revelar la grandeza del universo y reinventar los elementos más característicos de la serie original, como el Calendario Cósmico y la Nave Espacial Imaginación”, explicó el profesor Tyson en Ciudad de México, durante la presentación de la nueva serie para América latina que será vista en 180 países y traducida en 48 lenguas.
-¿Por qué darse otra vez una vuelta por el universo con Cosmos ?
Cosmos representa un viaje impresionante y épico hacia una nueva era de la exploración, navegando a través de las estrellas en equilibrio perfecto entre el escepticismo y el asombro, aplicando ciencia rigurosa mezclada con elementos visuales increíbles gracias a la tecnología de punta de hoy y en alta definición. Es un periplo donde se cruzan las emociones y las creencias espirituales, dando como resultado una experiencia trascendental, una visión del cosmos en la mayor escala que se pueda imaginar.
¿Emociones y creencias espirituales, en un programa científico?
Sí. A lo largo de estos nuevos 13 episodios de Cosmos, hay momentos en los que nos sentimos consumidos o subyugados por el asombro. Son momentos espirituales. Pensar que muchas personas aprendieron en la escuela que la ciencia es algo muy difícil, hasta el punto de evitarla o escaparle.
Cosmos es un recordatorio de que la ciencia está en todas partes. Que no abarca sólo lo que ocurre a gran escala en el universo, sino también lo que se produce a una muy pequeña. Y las dos juntas, envolviendo y conectando nuestras vidas, nos revelan dónde estamos ubicados en tiempo y espacio. Y todo eso subraya nuestra valoración de lo que la ciencia es y lo que puede hacer por nosotros como individuos, como cultura y como especie.
Así que espero que el espectador viva cada capítulo como una experiencia que lo potencie para pensar en cualquier evento del futuro. Porque los futuros inventados e imaginados van a llegar, gracias a las innovaciones en ciencia y tecnología que continuarán produciéndose. Me gusta pensar que Cosmos es un ofrecimiento para que la gente encienda y reavive la llama del conocimiento acerca de cómo funciona el mundo y luego puedan hacer cosas buenas a partir de esa información.
-Sagan decía que la ciencia era el método más eficaz y elegante de comprender el universo. ¿Cómo continúa usted ese pensamiento?
La ciencia no está atada a paradigmas. Eso es lo bueno de la ciencia. Está abierta a cualquier teoría o posibilidad que pueda llegar a ser cierta. Los mejores científicos no tienen límites en su libertad de pensamientos. El universo es algo muy complejo y hay muchas cosas con las que nos sigue desafiando en nuestra meta por comprenderlo.
Muchos científicos trabajan para eso, para saber y comprender más. Si otro descubre un método nuevo para llegar a este entendimiento, que lo traiga y lo exponga. No habrá reparos en reconocerlo y adoptarlo. Lo peligroso son los paradigmas que no permiten arribar a nuevos conocimientos. Ese es el riesgo de adoptar dogmas. Uno está tan seguro de que tiene la verdad, que si alguien lo desafía con algo nuevo, tratará de destruirlo, para asegurarse de seguir sosteniendo la verdad, ‘la verdad de uno’.
En el campo de la ciencia, si alguien demuestra que un científico está equivocado, al instante se vuelve famoso. Albert Einstein probó que las ideas de Newton estaban incompletas y ayudó a completarlas para que todos las pudiéramos entender mejor.
-Un quiebre en su vida fue cuando Sagan lo invitó a la universidad donde era profesor para pasar un día entero con él ¿Qué legado de Sagan deja usted a sus estudiantes y seguidores?
Cuando Carl Sagan se me acercó, cuando pienso en el tiempo que pasó conmigo me pregunto: ¿Por qué hizo eso? Él no me conocía. Yo solo era un adolescente de 17 años y él era famoso. Fue entonces cuando me dije, si alguna vez muy remotamente me acerco a la situación de Sagan voy a tratar a los estudiantes como él lo hizo, voy a estar siempre accesible en mi oficina. Incluso hasta decir: ‘Barak Obama, voy a llamarte en un rato, tengo a un estudiante esperando’ [se ríe] Bueno, no exactamente así pero algo parecido.
Sagan me enseñó que no se puede ser tan grande como para dejar de pensar y preocuparte por quienes viene detrás de ti. Eso es lo que importa. Y no tiene que ser una persona de tu familia. Por cierto, una vez que uno comprende que todos estamos conectados genéticamente, que somos polvo de estrellas como su famosa frase, te das cuenta que todos son tu familia, todas las personas estamos conectadas.
Entonces, cuando la serie original Cosmos se lanzó en 1980 yo ya estaba orientado en el estudio del universo e ingresaba a la escuela de graduados. Así que no aprendí astrofísica a través de Cosmos . Pero lo que sí aprendí fue la ‘manera de Carl Sagan’. Él no decía: ‘Yo soy el profesor y vos el alumno’. Era mano a mano. Tenía una manera de comunicar que sentías que él salía de la pantalla del televisor para sentarse al lado tuyo para hablarte, en el living de tu casa. Y me di cuenta que fuerte era esa manera de comunicar, al punto de repetirme: ‘si alguna vez estoy en una posición de comunicador voy a hacerlo sentado del lado de la gente’.
-En el universo soy un punto, una partícula. Miro las estrellas y me pregunto ¿cómo puedo vivir mi vida, qué clase de vida tengo que vivir: luchar para conseguir dinero o tratar de ir a la Luna o Marte?
Es una pregunta muy importante y es un sentimiento común. La gente dice puedo enterarme de que Saturno es hermoso. Hemos visitado a Saturno con naves que la orbitan. Pero al final del día, hay que tener comida en el plato, o alimentar a una familia. ¿Qué significa eso para uno? Entiendo esa desconexión. Sin embargo, si uno piensa en esos mensajes no como algo que haces simplemente hoy, sino como un mensaje para la sociedad, la cultura, lo comprenderás al final del día.
Y el hecho de que uno es un punto, un grano de arena en una pequeña porción de tiempo, a algunas personas las puede hacer sentir pequeñas, pero a mí me hace sentir grande porque también podemos aprender a conectamos con la naturaleza. Verla como un todo. Somos partícipes de esa naturaleza por el simple hecho de que los átomos de tu cuerpo provienen de las estrellas. Cuando miro las estrellas, ellas no son algo separado de mí, son parte de mí. Estamos en este universo y este universo está en nosotros. Este es un pensamiento muy profundo, que también sirve para esforzarse y conseguir tu plato de comida al final del día.
-Es difícil pensar así en el mundo de hoy con tantos problemas de hambre, guerra, codicia, inequidad.
Esta es una perspectiva cósmica: nunca vas a encontrar a un astrofísico que lleve a los países a la batalla. Porque sabemos cuán pequeña es la Tierra. ¿Vas a luchar contra quién? ¿En este pequeño grano de arena que llamamos Tierra? ¿Vas a construir armas? ¿Por qué razón? ¿Cambia el concepto de quién eres o cambia tu relación con las otras personas?
Incluso idealmente podría afectar a los gobiernos, legislaciones. Siento mucha tristeza cada vez que pienso que tal vez hay un niño nacido en la pobreza que podría ser el próximo Einstein. Pero nunca lo sabremos. Porque no hay oportunidad para que salga de ahí. Si puedes ver el poder la ciencia para transformar la vida, la cultura, la sociedad, uno quiere a la mayor cantidad de personas posibles para que forme parte de esa aventura.
Así que veo Cosmos como una manera de despertar una curiosidad que está ahí, muy adentro de cada uno de nosotros. Y sabemos que está ahí porque los niños son curiosos: trepan árboles o coleccionan piedras, y al hacerlo están viendo lugares y cosas nuevas. Un científico es un niño que nunca creció. Todavía está explorando lugares y cosas nuevas.
Así que no sé si contesté tu pregunta pero algunos de los problemas que enfrentamos requieren soluciones científicas, de energía, transporte, salud y Cosmos puede hacernos tomar conciencia de cada uno de ellos.
-Como también el cambio climático.
Hoy podemos hallar científicos que niegan al cambio climático. Muchos de ellos, pagados por grandes empresas, dicen que no está pasando. Nosotros desde Cosmos, abordamos el tema de cambio climático en varios capítulos, a veces de manera superficial y otras en forma directa.
La naturaleza es quien tiene la última palabra, no los votos, no los políticos. Cada verdad descubierta a lo largo de la historia del hombre en la Tierra, tuvo su negador serial para contrarrestarla, cargando intereses contrapuestos vinculados con la política, la religión o la cultura. Pero al final lo que importa es la verdad y ésta siempre se manifiesta.
En Cosmos invitamos a la gente a pensar sobre estos problemas en torno al clima de la Tierra y consultamos varios científicos que demuestran cómo el cambio climático nos afecta en el comportamiento humano dentro de la sociedad.
-En este nuevo viaje cuentan con los productores de la serie original
Detrás de esta gran producción se encuentra Ann Druyan, viuda del Carl Sagan y el astrónomo Steven Soter, quienes junto al presentador original, construyeron la mítica serie hace 34 años. Druyan que es un amante de la ciencia. Cuando ella habla del universo uno sólo puede ‘sentir’ sus palabras. Y uno quiere a ese tipo de personas para guionar las historias del universo, pues impactarán a sus seguidores no sólo intelectualmente sino también emocionalmente.
Además de Druyan, a la producción se han sumado Seth MacFarlane (creador de Family Guy o Padre de familia ), Mitchell Cannold y Brannon Braga, escritor y productor de Star Trek: La nueva generación. También contamos con la participación del cinematógrafo Bill Pope, quien trabajó en la trilogía de Matrix y Spiderman . Logramos un equipo increíble y contamos con los últimos avances tecnológicos para recrear los mejores efectos visuales y generar la experiencia más completa sobre lo que significa el cosmos.
-¿Qué lugar del universo visitaría dentro la nave espacial imaginación que utiliza en la serie, si existiera de verdad?
Me gustaría volver a atrás y ser testigo de la formación de la Luna. Eso debe haber sido algo sorprendente. La Tierra siendo impactada por un gran meteorito, con miles de pedazos y materiales fusionándose en el espacio para formar la Luna. Una Luna que como estaba 20 veces más cerca de la Tierra debe haberse visto enorme en el cielo.
También me gustaría volver atrás en el tiempo y poder ver el comienzo de todo: la explosión del Big Bang. Esa es la única ocasión en la que usaría lentes de sol [risas]. Y por supuesto querría ver el momento de la formación de la vida en la Tierra, cuando las moléculas interactuaban para convertirse en vida. Y a la vida básicamente tomando consciencia y luego, como dijo Carl Sagan: ‘La vida es la forma en que el universo se conoce a sí mismo’. ¡Esa es una gran frase!.
Por Víctor Ingrassia.
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!