30 de agosto de 2012

JON ANDERSON

Fue el 28 de Septiembre Buenos Aires (Teatro ND Ateneo)

OLIAS

Jon Anderson (Jon Anderson was born John Roy Anderson in Accrington, Lancashire, England), es cantante, compositor, músico y fundador del súper grupo de rock progresivo británico Yes. Es una de las voces mas emblemáticas e influyentes del rock progresivo y el responsable de canciones como “Close to the Edge”, “I´ve seen all Good People”, “Roundabout” y “Owner of a Lonely Heart” entre otras. Con Yes, Anderson vendió mas de 50 millones de discos en todo el mundo. También cabe destacar su trabajo como solista con discos momorables como “Olias of Sunhillow” y “Song of seven”.
Ha grabado con Vangelis "Short stories" y "Friends of Mr. Cairo"  y con Mike Oldfield en varias ocasiones.
 
La voz de Anderson es a menudo descripta como angelical. Él mismo considera que posee un registro de voz de contratenor, capaz de alcanzar notas muy altas mientras mantiene la suavidad que se asocia constantemente a su voz. Incluso durante interpretaciones en vivo, tales como las registradas e incluidas en el álbum Yessongs, Anderson nunca cae en el falsete, como frecuentemente utilizan muchos otros cantantes en actuaciones en vivo para conservar su fuerza vocal.  
 
Una noche en SUNHILLOW
 
Por Andrés Valle 
 
Como en contadas ocasiones, el show de Jon Anderson fue una verdadera celebración de la Vida. El ex cantante de Yes sufrió serios problemas de salud durante 2008, llegando a estar en coma por tres días, atravesando situaciones muy delicadas debido a una pancreatitis. Jon fue entonces dejado de lado por el resto de los miembros de Yes para su gira del 40º aniversario de la banda que fundara junto a Chris Squire, esencialmente debido a su fragilidad física. Sin embargo encaró en solitario una nueva etapa de su carrera solista mediante varias giras en formato acústico, tal como fue su presentación del 28 de septiembre en el ND Ateneo de Buenos Aires.
 
Su disco en vivo junto a Rick Wakeman en 2010 (The Living Tree In Concert Part One) lo encontraba con la expresividad de siempre, aunque un tanto apagado en comparación con performances previas a su enfermedad. Eso hacía sentir una gran incógnita acerca de cuál sería el verdadero estado de Anderson en la actualidad, estando frente a frente sin ninguna eventual modificación tecnológica de su voz, tal como puede ser el caso en ciertos discos en vivo.
 
La inmensa alegría -y alivio en cierta medida- de la gente al comenzar el show, comprendiendo que nos encontrábamos nuevamente con un artista en gran forma, de enorme e inagotable carisma y talento, con su ya clásica eterna sonrisa, se hizo palpable desde la apertura con unas estrofas de ¨Open¨, originalmente una extensa nueva composición sólo disponible para compra digital, que se fusionó con ¨Yours is No Disgrace¨. La ovación que lo recibió fue realmente conmovedora, reconociéndolo como el espíritu de Yes y como parte esencial de la historia del rock sinfónico, en gran medida responsable de la mejor música producida en las últimas décadas. 
 
Es verdad, y hay que reconocerlo, que su potencia vocal actual no permitiría que Anderson forme parte del Yes de hoy sin obligar al grupo a un replanteo de la intensidad de su sonido, ahora más cercano a la fuerza de Drama que a la delicadeza de un Going for the One, por ejemplo. No quiere decir que no suceda, -de hecho está trabajando en un álbum junto a Trevor Rabin y Rick Wakeman, una combinación que sólo se dio tangencialmente en Union (1991)-, pero seguramente, de volver con la banda, Yes sonaría en forma distinta a la que lo hacía incluso con el Anderson previo a su enfermedad.
 
Jon se paseó a lo largo del show por temas del repertorio de Yes como ¨Sweet Dreams¨, ¨America¨ (compuesto por Paul Simon, y versionado por Yes en febrero de 1972 para ser lanzado como single), ¨Starship Trooper¨, ¨And You and I¨, ¨Nous Sommes du Soleil¨, ¨Time and a Word¨(en una particular versión reggae), ¨Owner of a Lonely Heart¨, ¨Long Distance Runaround¨ o el hermoso ¨Give Love Each Day¨, del último disco de Yes en que él participara, Magnification -2001-, y ofreció algunas piezas de su discografía solista. Fue imperdible la anécdota que introdujo a su versión de ¨I´ll Find my Way Home¨, el tema de Jon & Vangelis. Narró cómo conoció en Paris al genio griego y de su afición por el arco y flecha, mostrándole en su primer encuentro con Anderson cómo disparaba. El disparo salió por la ventana del edificio y, al mencionarle un sobresaltado Jon que podría matar a alguien, Vangelis afirmó ¨No pasa nada, soy griego¨. También contó acerca de los cinco días en los que Vangelis reemplazó a Rick Wakeman poco después de Tales from Topographic Oceans, y de cómo todo terminó cuando al ensayar le dijo a Howe que bajara el volumen de su guitarra eléctrica, ya que no era un instrumento ¨real¨. ¨Flight of the Moorglade¨ fue la elección de su obra maestra Olias of Sunhillow (1976), mientras que también interpretó piezas menos conocidas como ¨Under Heaven´s Door¨, ¨You Got the Light¨ o ¨Tony and Me¨(una divertida narración de sus inicios musicales junto a su hermano).
 
Pero los momentos más conmovedores de la noche llegaron con una suite de piezas interpretadas en piano que incluían a ¨Set Sail¨, ¨Close to the Edge¨, ¨Heart of the Sunrise¨, ¨Marry Me Again¨ y ¨The Revealing Science of God¨, y los bises con ¨Roundabout¨, ¨State of Independence¨, ¨Wondrous Stories¨ y el mágico final con ¨Soon¨. Una vez más la ovación que le regaló el publico fue descomunal. Un emocionado Anderson recibía algunas flores de los presentes con una felicidad palpable y contagiosa, mientras se despedía de la audiencia. O así parecía. Anderson regresó una vez más para cantar el hermoso ¨Show Me¨, el tema que compuso para Yes en la etapa de su gira acústica por los 35 años del grupo (sólo disponible en estudio en el tercer CD de la edición limitada del The Ultimate Anthology 35th Anniversary Collection), dando ahora sí cierre a una noche muy emotiva, que marco el reencuentro de Anderson con el publico argentino después de ocho años.
 
Rick Wakeman una vez me contó que los temas de Yes partían siempre de una idea simple que Jon llevaba a los ensayos y les interpretaba a los demás integrantes, solo con su guitarra. Esa idea era enriquecida y arreglada por la banda dando forma al ya reconocido sonido de Yes. De alguna manera un show de Jon Anderson nos recrea esos momentos mágicos en los cuales la música de Yes comenzaba a cobrar vida. El contó durante el show acerca de la idea central de Olias: la música no es de esta Tierra, proviene de otro mundo. El mundo musical de Jon Anderson ofrece emociones únicas, un mundo espiritual con sensaciones que conmueven como pocas obras contemporáneas en el rock. Haber podido disfrutar tanto de él como de la renovada vitalidad de tan enorme artista hizo del show un evento que pocos podrán olvidar.
 

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