El hechizo suizo de CELLAR DARLING
CELLAR DARLING
Un querido Hurdy Gurdy
Photos taken on 16 December 2017 by AlonewithL
Cellar Darling es un grupo suizo formado por Anna Murphy (voz, zanfona), Ivo Henzi (guitarras y bajo) y Merlin Sutter (batería) el 7 de junio de 2016. El trío ha sido previamente parte del núcleo de la exitosa banda de folk metal, Eluveitie.
El grupo surgió luego de la división inesperada en las filas de Eluveitie en 2016. Anna, Ivo y Merlin convirtieron su salida en un nuevo comienzo, y trasladaron su propia música bajo una nueva bandera. La música de Cellar Darling es una combinación de los riffs pesados de Ivo, la batería de alta intensidad de Merlín, y la voz única, frágil pero potente de Anna. Con su primer lanzamiento, el single «Challenge», junto con el bonus track "Fire, Wind & Earth’', Cellar Darling ya está rompiendo los límites entre géneros musicales, mezcla de rock, metal y melodías de zanfona(*) en una poderosa mezcla.
(*) La zanfoña se asemeja a un violín mecánico en el que varias cuerdas vibran por la fricción de una rueda (situada en la caja de resonancia del instrumento) que gira gracias a un manillar o manivela. Las notas cambian al presionar las teclas de un teclado dotado de unas espadillas que acortan la cuerda melódica. La zanfoña común tiene dos o tres cuerdas melódicas o cantantes, de las que se obtienen varias notas (alrededor de dos octavas de un piano), y dos o tres bordones (cuerdas) a los lados, que emiten una sola nota (generalmente más grave). Esta nota sostenida independiente de la melodía es la que le ha valido el sobrenombre de gaita zamorana o de pobre, debido a la nota sostenida dada por el bordón (tubo) de la gaita, y debido a esta particularidad es intercambiable por la gaita en muchos estilos de música popular, especialmente en Francia y Hungría. Las zanfoñas actuales pueden llegar a tener 23 cuerdas, agrupadas en cuatro categorías: melódicas, bordones, rítmicas (o trompetas) y simpáticas (que vibran sin necesidad de tener que entran en resonancia).
Historia
Organistrum del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela.
Zanfoña en el Museo de la Música de Barcelona
La zanfoña se desarrolló durante el siglo XII, siendo utilizado en la música religiosa y en la música profana medieval. Requería de dos intérpretes y recibía el nombre de organistrum y más tarde vielle à roue (‘viola de rueda’) y symphonia.
La primera referencia escrita es del abad Odón de Cluny en su obra Quomodo organistrum construatur (‘cómo construir un organito’) si bien su veracidad es dudosa dado que solo se conoce a través de citas muy posteriores. También se menciona un instrumento parecido en un compendio musical del árabe Al Zirikli.
Michael Praetorius en su Syntagma Musicum (1620), pág. XXII, muestra dos zanfoñas utilizadas en conciertos de teatro de la época.
En Misurgia Universalis, de Athanasius Kircher, publicado en 1650, Iconilmus VIII folio 487 figura VI, aparecen dos interesantes dibujos de la zanfoña con el nombre de Lyra mendicorum.
Francia, s. XVIII
A partir del siglo XVI pasó a manos de trovadores, juglares y mendigos. Su época dorada llegó en el siglo XVIII, especialmente en la corte francesa del rey Luis XV, ya que ésta era la referencia de la moda en el resto de Europa. A finales del siglo XVIII la zanfoña vuelve a manos populares, ya que en la música académica se imponen otros instrumentos de cuerda de mayor presencia (como los violines, las violas, los violonchelos y los contrabajos). Al modelo más extendido en la música folclórica de Francia se le considera un instrumento resultado de la unión de la sinfonía y la viola medieval realizados a partir de la caja de resonancia de un laúd o una viola.
A mediados del siglo XVIII apareció en Francia la zanfona-órgano conocida como vielle organisée, que desapareció en poco tiempo pese a que compositores como Haydn escribieran específicamente para ella.
A partir de los años setenta renació el interés por el instrumento, especialmente tras su adaptación electroacústica y las innovaciones técnicas de las que es exponente Valentin Clastrier.
En el Kunsthistorisches Museum de Viena, se conserva un ejemplar del instrumento y una escultura de pórtico como adorno.
Zanfonas eléctricas y electrónicas
Zanfona electrónica MidiGurdy
En la música pop, especialmente en la música popular neomedieval, se utilizan zanfonas eléctricas, en las que las pastillas electromagnéticas convierten la vibración de sus cuerdas en señales eléctricas analógicas. Al igual que las guitarras eléctricas, las señales se transmiten a un amplificador de instrumentos o se reproducen por sintetizador en forma modificada.
Las zanfonas electrónicas, por otro lado, no necesitan cuerdas. Las señales para las cuerdas melódicas son generadas electrónicamente por las teclas y también en combinación con la rotación de la rueda. Las señales para las cuerdas de tonos bajos y los bordones son generadas por los movimientos de la manivela de la rueda. Dependiendo del equipamiento técnico del instrumento, la señal de audio digital puede ser emitida directamente a través de un procesador y una tarjeta de sonido integrados. El intercambio de datos de la información musical entre la zanfona y los ordenadores, sámplers o sintetizadores conectados se gestiona a través de una interfaz MIDI.
Hechizo a la suiza regado con vino
Tomado de El Culto www.elculto.com.ar
Crónica: Nicolás Cardinale / Fotos: Maru Debiassi
La banda suiza pasó por Uniclub presentando su último álbum, “The Spell”, en la que fue su primera visita a nuestro país.
No siempre sumarse a una fórmula exitosa resulta de lo más confortante, cosa que puede quedar demostrada si al tomar distancia de ella, se logran los mismos resultados pero siguiendo los pasos que uno mismo dicta. Esta es, a grandes rasgos, la caracterización de la joven historia de Cellar Darling, el grupo formado en 2016 por los ex Eluveitie: Anna Murphy, Merlin Sutter e Ivo Henzi, que tuvo su bautismo en los escenarios nacionales el pasado miércoles 28 de agosto en Uniclub. El motivo que los trajo fue presentar su más reciente producción discográfica, “The Spell”, lanzada el 3 de marzo a través de Nuclear Blast Records.
El evento estelar llegó rondando las 21:50, cuando el telón se abrió súbitamente para el ingreso de los músicos, acompañados por el bajista de este tour, Nicolas Winter. En último turno, la vocalista hizo su presencia para dar inicio con “Pain” y un tenue pero creciente aliento del público.
El concierto se dividió en dos partes bien marcadas, una primera en la que sonaron canciones del último álbum y una segunda en la que interpretaron algunas de su debut discográfico, “This Is The Sound” de 2017. El comienzo del show fue una seguidilla de los cuatro temas que abren “The Spell”, en las que Murphy demostró su habilidad tanto con las voces como con los múltiples instrumentos que tocó, incluyendo tin whistle y teclado, algo que fue constante durante todo el recital. Esto mismo se puede aplicar a la energía y frenetismo que Sutter imponía sobre los parches, con golpes fuertes y movimientos corporales exagerados. Probablemente pasó desapercibida la performance de Henzi, pero no desde lo musical (que se destacó tanto como el resto de la banda), sino en cuanto a su presencia sobre las tablas, que pareció limitarse a solo rasgar las cuerdas de su guitarra y acompañar con los coros.
La audiencia fue cobrando protagonismo a medida que avanzaba el recital, en parte porque los temas de la primera mitad (sin criticar su calidad, por demás sobresaliente) no eran ideales para levantar a los espectadores debido a su ritmo más pausado. La situación cambió con la interpretación de tracks del álbum debut como “Black Moon”, “Fire, Wind & Earth” y la aclamada “Avalanche”, que sirvió para cerrar la velada, en las que el aliento general se hizo notar y los riffs fueron más coreados. Esto fue muy apreciado por la banda, que agradeció por el apoyo y el cariño que recibieron, bromeando también con que se sentían halagados por haber sido obsequiados con un vino al llegar al país.
Una propuesta diferente e interesante como para cambiar de aires y escuchar música refrescante en un ambiente cargado de propuestas repetitivas en diversos géneros. Con solo trece canciones sirvieron para que el trío suizo deje una más que decente primera impresión.
AUG 28 2019
Cellar Darling Setlist
at Uniclub, Buenos Aires, Argentina
Tour: The Spell Tour
SETLIST
Pain
Death
Love
The Spell
Insomnia
Freeze
Black Moon
Starcrusher
Fire, Wind & Earth
Challenge
Redemption
Encore:
Six Days
Avalanche
Note: First show in Argentina.
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