8 de noviembre de 2011

Waters monumental por Roberto Pulice

ROGER WATERS en ARGENTINA

 

17 de Marzo de 2012 |06:35
Walter Gazzo 
Roger Waters en Argentina: el show que no se puede comentar
 
 
Roger Waters volvió a la Argentina. Lo hizo de la mano de una de sus obras más célebres, The Wall, ese especial del rock sinfónico que compuso cuando era parte de Pink Floyd y del que ahora es dueño, después de la separación de la banda.
 
Y The Wall no fue una presentación más, sino que dejó boquiabiertas a las más de 50 mil almas que estuvieron el jueves por la noche en el estadio de River, ante la espectacular propuesta audiovisual, donde Waters construyó su particular "muro" para enmarcar el mensaje eminentemente anticapitalista del disco más vendido en la década de los setenta.
 
Waters escribió esta obra hace 30 años y ese fue el tiempo que le costó encontrar la tecnología necesaria como para poder presentarla en público, según su gusto. Pero no quedan dudas que este hombre era un adelantado total hace tres décadas, cuando nadie soñaba ni por asomo algo así. Este moderno escenario adaptado a las exigencias del siglo XXI logró dar vida al espectáculo, tanto desde el punto de vista musical, como visual.
 
Intentaré hacer ago de cronología: Waters trató de ser fiel al orden de las canciones del álbum. Empezó con "In The Flesh", en medio de una parafernalia de fuegos de artificio y un bombardero que cruzó medio estadio para crear la primera brecha al inmenso muro que reinaba el escenario.
 
Después fueron apareciendo "The Thin Ice", "Another Brick in the Wall" (mítico himno), "The Happiest Days of Our Lives" (con un tremendo de ruido de helicópteros dando vuelta por nuestras cabezas) y enlazó de nuevo con la segunda parte de "Another Brick in the Wall", donde 15 chicos subieron a escena a cantar y a abuchear el títere gigante que representaba al recordad profesor monstruoso, en una clara alusión contra el tradicional sistema educativo.
 
"Mother", "Goodbye Blue Sky", "Empty Spaces", "Back to the Wall" "One of my turns",  "Hey you", "Is there anybody out there" y "Nobody home" fueron sonando y atrapando hasta que con el soberbio solo de guitarra de "Comfortably Numb” el público se rindió a los pies de los músicos, que pusieron en escena una de las imágenes mejores logradas en la historia musical.
 
Con todo listo para encarar el final, Waters se enfundó de nuevo en su chaqueta negra de dictador para hacer "In the flesh 2", "Stop" y "The Trial".
 
Después, llegaría lo esperado de la noche: la caída del muro con "Outside The Wall".
 
De esta cronología no queda mucho más por contar, porque todo lo vivido es indescriptible, único, sensorial, donde el show-bussines se mostró en su más alto nivel, y donde el público ovacionó de forma merecida el espíritu de un mito que no le teme al paso del tiempo y sigue demostrando porque es considerado uno de los padres del rock moderno.
 
Las presentaciones de The Wall en Argentina nos han dejado enseñanzas y pasiones encendidas. Es casi ilógico pensar que alguien va a ir a un show para escuchar una obra conceptual de principio a fin. Y todo esto “ilógico” es lo que llevó a cabo Waters.
 
Para los que lo vieron, aten sus recuerdos por siempre. Para los que no pudieron hacerlo, pronto estará el DVD, que tratará de reflejar de la mejor manera todo lo que hoy (y casi por primera vez) este periodista no les ha podido contar.

Comentarios »
El Gallego
Pulice, amigo mio, hoy voy a ver a Roger Agua, me dijeron que esta de dies, mis saludos mil.- Muy buena la nota mis felicitaciones.-
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